Juan Manuel Vetas, nacido en Ávila, emigró a Francia con sus padres siendo muy pequeño y se instalaron en la zona de Burdeos, donde se familiarizó con la producción de caldos de calidad. Después de haber trabajado en varios Châteaux du Medoc formándose tanto en viñedos y bodegas, regresó a España concretamente a Ronda de la mano de Sacha Lichine del Cháteau Prieurè Lichine. “España siempre me había tirado mucho y tuve la oportunidad de volver para poner en marcha un proyecto”, recuerda Vetas, que reconoce que “me encontré con este proyecto casi por casualidad. Nada más aterrizar aquí me di cuenta del potencial que tenía la zona para la creación de vinos e insté a los productores autóctonos a hacerlo antes de que viniera alguien de fuera a hacerlo”. A finales de la década de los ochenta, el príncipe Alfonso se asocia con Vetas con la intención de plantar viñedos y hacer tintos en Andalucía, concretamente en Ronda. De esta manera Vetas se convierte en el pionero de los vinos tintos de Ronda y sube al podio de los mejores vinos de España su caldo del Cortijo de Las Monjas.
A finales de los noventa encabeza una delegación de empresarios malagueños del sector del vino a Francia, donde se dirigen para conocer con detalle la producción de caldos y poder trasladar a España sus técnicas y formas de trabajar. “Al principio había personas que nos tachaban de locos al querer hace un vino en esta zona pero yo estaba seguro de su potencial y de hecho el boom de bodegas y de producción de vinos de Ronda que se ha producido me ha dado la razón”, explica Vetas.
“En el 2000 finalmente damos un paso adelante y ponemos en marcha nuestro propio viñedo y nuestra bodega, en la que aplicamos todos nuestros conocimientos”, explica Vetas. En su finca, rodeando su casa, planta una hectárea de vid donde se ubica también la bodega, a la vez que lidera el nuevo movimiento de bodegueros que también quieren empezar en el apasionante mundo del vino. Vetas recuerda que su andadura en solitario en este sector comenzó con la producción de una pequeña finca de una hectárea de viñedo rodeando la bodega y aplicando una viticultura sostenible extremadamente respetuosa con el entorno, utilizando los métodos tradicionales, laboreo y abonos naturales, sin utilización de pesticidas, herbicidas ni fungicidas químicos. “La superficie se ha incrementado y actualmente ya llegamos a las dos hectáreas”, explica Vetas. El viñedo se sitúa en la Serranía de Ronda sobre un altiplano de 780 metros de altitud, dominando el valle con el pueblo de Arriate al fondo. Enfrente, el Cerro La Salina y a sus espaldas la Sierra de Las Nieves, una zona de la que nace un pequeño viñedo para grandes vinos y exigentes paladares.
En este espacio, Vetas planta el 70% del vino rondeño y asesora a las bodegas más importantes de la zona, haciendo que todos los vinos tengan su sello de identidad: vinos con carácter propio, todos diferentes, naturales y respetuosos con el medio que los rodea. “A pesar de lo que muchas personas pensaban al inicio, cuando nos calificaron de locos, lo cierto es que los vinos de la zona tienen gran prestigio y están asentados plenamente en el mercado”, comenta el responsable de la bodega.
Bodega Vetas elabora actualmente dos vinos. Uno llamado Selección, con las variedades cabernet sauvignon y cabernet franc, y completado con Petit Verdot; el otro, un 100% Petit Verdot, un vino de lágrima, elaborado solamente cuando la materia prima está en perfectas condiciones. Ambos productos se elaboran de forma tradicional, con largas crianzas en barrica y botella, repletos de personalidad y que se pueden consumir perfectamente con más de 10 años. Vetas está plenamente satisfecho de su producción y mantiene que “con las dos hectáreas que tengo actualmente es suficiente porque me permite controlar el 100% del trabajo que se hace. Para intentar hacer vinos buenos tienes que controlar cada uno de los procesos de producción directamente y la producción que tiene actualmente la bodega me permite hacerlo”.
Juan Manuel Vetas presume del carácter artesanal de la elaboración de sus vinos y recuerda que las bodegas Vetas no son una fábrica de vinos, “sino un humilde lugar donde prima la calidad y donde perseguimos elaborar los mejores vinos”. Con la finalidad de mostrar sus características y su método de trabajo, las instalaciones de la bodega abren sus puertas a clientes y curiosos para contribuir a la difusión de la cultura del vino.
Camino Nador “El Baco”
29350 Arriate (Málaga)
T. 647 177 620
www.bodegavetas.com
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